Escuchando a los científicos en la Cumbre Mundial de Naciones Unidas (COP23) sobre el cambio climático, en Bonn, Alemania, no hay dudas de lo grave del problema. El Perú debe hacer un titánico esfuerzo para tener mejor y mayor capacidad de respuesta. Somos muy vulnerables. No debemos demorar nuestra hoja de ruta, necesitamos líderes más conscientes, en todos los campos, empresa, gobierno, universidad. Personas que prediquen con el ejemplo. La demora en tomar decisiones, nos puede pasar una factura muy cara. Todos estamos involucrados.  

En la vida diaria se encuentran evidencias —a lo largo y ancho del territorio— de una controvertida situación ambiental, que agudiza la situación de los 7,8 millones en condición de pobreza(1). Son, entonces, precisamente los pobres los más afectados por la contaminación y falta de energía limpia, los ciudadanos que no tienen un adecuado servicio público de electricidad, agua, o acceden a una forma de transporte ineficiente y caótico(2)

El deterioro ambiental, las malas prácticas y la suma de pasivos ambientales, compromete a la fecha el 3,9% del Producto Bruto Interno(3). Esto se resume principalmente en la contaminación del agua de los pozos, ríos y mar, la contaminación del aire en exteriores e interiores, la degradación de suelos, la deforestación, la desertificación, la acumulación de residuos sólidos donde vive la gente. 

A los aspectos ambientales netamente locales, se le suman los efectos del cambio climático, los cuales se proyectan en 4% de pérdida del PBI al 2025(4). La vulnerabilidad de nuestro país frente al cambio climático, es un aspecto relevante que no se puede ignorar. Los glaciares han retrocedido un 50%. Asimismo, los modelos de escenarios climáticos indican que el Fenómeno del Niño, ahora es más intenso y más frecuente. Se ha evidenciado un aumento en la recurrencia de sequías y heladas en cuencas de gran importancia por ser proveedoras de alimentos del país(5).

Qué diferente es poder enfrentar el frío o el calor, con viviendas y edificios bioclimáticos. Con el acceso sostenible a la energía se logra obtener oportunidades que no se tenían antes y un gradual proceso de construcción de capacidades y conocimientos que le permitan al ciudadano, crecer, desarrollarse y ganar calidad de vida, dignidad y libertad. La falta de energía eficiente, ahonda más la pobreza y cierra la posibilidad de mejora para el ciudadano. Esto favorece la migración campo ciudad.

Necesitamos un crecimiento equilibrado y formas de transporte híbrido o eléctrico, más energías renovables a partir del 2021 en que superamos la sobreoferta eléctrica, campo y ciudades resilientes, alfabetización ambiental, mejor trato del agua y los residuos sólidos. Alimentos más saludables, infraestructura de calidad en todo el país y no sólo Lima o las grandes ciudades. En los jóvenes se concentra el desempleo, ellos pueden ser los protagonistas del cambio, las oportunidades de una educación técnica. Está en juego retroceder todo lo avanzado, la gobernabilidad y la capacidad de enfrentar el cambio climático, esta es la urgencia de una mejor política.


Notas

1. Sin embargo, si se mide por sus privaciones o muy limitado acceso a servicios, según un Estudio de la Universidad del Pacífico, utilizando una metodología desarrollada en la Universidad de Harvard, el 39,9% todavía es pobre; es decir, 11,9 millones de peruanos.

2. El caos del transporte genera diez muertos por día en nuestro país.

3. Análisis Ambiental del Perú: Retos para un desarrollo sostenible, preparado en inglés por el Banco Mundial en el 2007, hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú 2007-05511, página 12. El estudio estimó que el costo económico de la degradación ambiental, reducción de los recursos naturales, desastres naturales, servicios ambientales inadecuados (tales como sanidad inadecuada) sumaban 8.2 billones de soles, equivalentes al 3.9 por ciento del producto bruto interno en el 2003.

4. Documento sobre “IMPACTO DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA COMUNIDAD ANDINA” de la. SECRETARÍA GENERAL DE LA COMUNIDAD ANDINA. Este documento fue coordinado por Carlos Amat y León, de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacífico a solicitud de la Secretaría General de la Comunidad Andina. La información contenida en este documento incorpora opiniones de los autores y de las personas que han contribuido a su elaboración. Mayo 2008.

5. La base de datos de inventarios de desastres DESINVENTAR, tomada de registros periodísticos del período 1970-2011, permite realizar un análisis del tipo de desastre, su periodicidad, territorialidad y nivel de impacto. Se identifica así la concentración de desastres vinculados con el clima y eventos concatenados, en períodos considerados notables: i) los que se relacionan con el Fenómeno El Niño (FEN), que presenta períodos pico —1970-1973, 1981-1984, 1993-1994, 1997-1998, 2001-2004— que coinciden especialmente con una mayor precipitación; ii) los que no presentan una correspondencia precisa con el FEN y muestran picos en otros momentos del período: el año 1990 para el caso de sequías, 1991 y 1995 para epidemias, y 2003-2004 para heladas. En suma, la ocurrencia de desastres desencadenados por fenómenos climatológicos no está únicamente vinculada al FEN.


(Foto: Utilities-me.com)